Cada vez son más las empresas que apuestan por el
marketing de contenidos como herramienta para impulsar su comunicación externa,
pero también interna. Y según todos los expertos, este año se incrementará de
forma llamativa el número de marcas que deciden ofrecer contenidos de calidad a
su audiencia, ya sea a través de revistas en papel, newsletters, eBooks o en
las redes sociales.
Sin embargo, en la actualidad, el instrumento que
podríamos considerar más recomendable para cualquier empresa es el blog. Y
cuando decimos “cualquier empresa”, nos referimos con independencia de su sector de actividad,
con independencia de su ámbito geográfico de negocio y, por supuesto, con independencia de su tamaño.
Un blog, siempre que esté bien gestionado (como
ocurre con todas las cosas) reporta importantes beneficios. Si bien muchos de
ellos serán intangibles, con mucha probabilidad tendrán una repercusión
(positiva) en la cuenta de resultados.
- Contribuye a un mejor posicionamiento de nuestra empresa debido a la actualización periódica de los contenidos.
- Contribuye a dirigir más tráfico a nuestra página web, que es lo que nos interesa, porque es nuestra carta de presentación, donde se encuentra quién somos nosotros y qué ofrecemos.
- Nos permite mantener relaciones directas y fluidas con nuestros clientes o con otras personas que pueden llegar a serlo.
- Nos permite demostrar que dominamos los temas en los que trabajamos, que estamos al tanto de las últimas tendencias y que nos gusta compartirlo con nuestra audiencia. Esto nos aportará una diferenciación ventajosa con nuestra competencia y ofrecerá confianza a nuestros clientes.
- Es un soporte idóneo para dotar de contenido nuestras redes sociales y fomentar la participación y el feedback con quienes nos leen.
Pero antes de tener un blog debe tenerse una
estrategia y se debe estar muy seguro de dar este paso. Tanto que todo ello lo
trataremos más adelante.
Seguro que hay muchas más razones, ¿no?
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